Mis llantos cayeron como los pétalos de una flor,
Pero mi corazón se quedó limpio para sonreír.
De mi rostro un día borró su resplandor,
Pero hoy ya tengo muchas ganas de vivir.

Ahora dejo volar las alas de mis sueños
Como pájaros alrededor de los hermosos paisajes.
Ellos son libres para haceren, como dueños
De su propio destino, los más largos viajes.

En mi alma restaurada, la esperanza prevaleció
Como una luz de rayos inextinguibles.
¡Es, pues, un maravilloso milagro que sucedió!

A pesar de las noches de recuerdos incompresibles,
A pesar de la oscura agonía que en mi brotó,
Hoy puedo mirar el amanecer de glorias indescriptibles.