Llevo en mi alma
Las voces de los poetas, cuyos versos
Son llenos de profundos sentimientos por la vida.
Y, entonces, sé como vivir momentos de un placer
Que me trae un poco más de brillo y inspiración.

Adorno mi alma de la fuerza
De la palabra poderosa de Dios
A limpiar toda la amargura de mi existencia
Y traigo la esperanza en la oración y en la transcendencia
En días donde casi nada parece tener sentido.

Me gusta ser inspirado por el soplo de las pasiones
De los grandes artistas por sus obras
E aprender con la sensibilidad de un gran cantante
En su extase con la interpretación
De la canción de su vida.

Guardo en mi corazón
Los olores de los perfumes,
Las hermosas voces y melodías,
Los mejores viajes de mi existencia
Y las buenas charlas con mis buenos amigos.

Guardo, además, en mi corazón
Los contenidos de los libros que he leído,
Los vinos que he probado
Y las mejores divagaciones  que hicieran
Mi alma tadavía más soñadora y aérea en sus vuelos.

Sembro en mi íntimo los buenos recuerdos
Y las mejores emociones,
Los cuales son por mi elegidos para seren eternizados
En medio de tantas cosas despreciables
Que no merecen crecer en mi.

Respiro los aires de un bello día,
Los cuales dejo que sus resplandores
Y los cantos de los seres alados
Hagan morada en mi alma
En busca de los más limpios y nuevos horizontes de luz.