En mi canción hay
Ríos de amor por el alma y la vida.
En mi canción hay blancas verdades
A través de la poesía que alumbra
El corazón con sus palabras, ritmos y sonoridades.

En mi canción existe
El verde de la esperanza,
Tal como el amanecer en las montañas,
Árboles, bosques y sierras.
En ella también está presente
El azul de los cielos
Llenos de los rayos de un sol fuerte y lozano.

En mi canción
Hay el grito de la redención
Y el clamor de alabanzas
De los seres vivendo bajo
La certeza sin precedentes de la fe y del amor.

En mi canción predomina
Las melodías inspirando sueños
En los seres de corazones
Límpios y virtuosos.

En mi canción,
Templada por el resplandor de la guitarra
Y el lirismo de los apasionados,
Vibra ecos de eternidad
Que producen en las almas
La dulce nostalgía
De un paraíso distante.

En mi canción reverbera
La alegría en medio del sufrimiento
Por la certeza interior
De vivir el nuestro Creador
En nuestras vidas y en todo nuestro ser.

En mi alma vive aquella canción
Nacida de los vuelos de los pájaros
Por los majestuosos fines de tarde,
En eses días donde el crepúsculo  tiñe el cielo
De un gran misterio que hace la vida soñar.